“… fase fecunda del delirio: fase en que los objetos, transformados por una extrañeza inefable, se revelan como choques, enigmas, significaciones. Es en esta reproducción donde se desmorona el conformismo, superficialmente asumido, por medio del cual el sujeto enmascaraba hasta entonces el narcisismo de su relación con la realidad”.

J. Lacan: “Los complejos familiares en la formación del individuo”. En J. Lacan: “Otros escritos”. Edit. Paidós, 2012, pág. 74.