Estimados lectores:

Tras dos años de pandemia, el modo de relacionarnos ha cambiado, tanto que lo virtual ha impregnado nuestras vidas como nadie antes habríamos imaginado. Ahora es más fácil que nunca conectarse a múltiples sesiones y jornadas sin movernos de nuestras casas. Es cierto que ha aportado una comodidad, una comodidad en la que quizá exista el riesgo de apoltronarnos. Ya no es necesario llevar a cabo desplazamientos costosos y cansinos, todo queda a mano de un “click”. Y es que está muy bien, pareciera que incluso algo de lo imposible se hubiera difuminado. Se ha producido una fantasía en la que todo fuera posible, varias reuniones el mismo día, tratamientos a distancia…

Pero justamente puede que ahí esté el quid de la cuestión, que al desvanecerse la función de lo imposible exista una pérdida. La pérdida de poner en juego de lo que se trata de cernir en el psicoanálisis, lo imposible, derivado de lo real que debiera ser nuestra brújula. Entonces ante la fantasía de que todo es posible, tan en boga en los tiempos que corren, sería bueno recordar hacia dónde va nuestra práctica y la transmisión de la misma.

Cuando el cuerpo no está presente, todo cambia. La imagen y la palabra no pueden suplir lo real del cuerpo que palpita. Eso del exceso que puede suponer la presencia real del cuerpo, que puede llegar a tener una función de perturbar la defensa. De eso se trata finalmente en la práctica del psicoanálisis, de hacernos despertar del sueño en el que soñamos despiertos. Para despertarnos al real de nuestro propio goce es necesaria la presencia del cuerpo. Sin la presencia del cuerpo, el golpe queda amortiguado. La pantalla misma sirve a la vez de método de conexión, pero también hace función de pantalla. Es decir, adormece. Tanto que cada vez estamos más cómodos con lo virtual, más a gusto, en un sueño placentero…

Las diferentes actividades del Instituto del Campo Freudiano, tanto Seminarios, Conversaciones Clínicas, como Talleres de trabajo, comparten la orientación de que más pronto que tarde volvamos a encontrarnos con la presencia de nuestros cuerpos. Con la incomodidad que supone hacerse cargo de lo que no va, pero que justamente por eso, pueda tener la capacidad de relanzar el deseo.

Contamos para este Nº 13 de LINK! con una producción variada que comienza con un Dossier sobre el Seminario 19 “O peor…” que incluye la Introducción de la mano de Gerardo Arenas en el SCF Barcelona y los capítulos V y VI a cargo de Araceli Fuentes desde el SCF Zaragoza, realizados presencialmente.
Además, desde la Antena Clínica de Bilbao hemos recogido el Destello “El tiempo pone en crisis a la verdad” de Margarita Bolinches, para la X Conversación Bilbao, que trata sobre la angustia de los sanitarios en la época pandémica, en la que vacilaron sus puntos de referencia. Así como la interesante Entrevista a Débora Nitzcaner sobre un tema de suma actualidad que se ha titulado como “Segregación ramificada”.

Desde Granada, nos llega la reseña y el enlace al vídeo de la Conferencia de Miquel Bassols “J. Lacan y el discurso trans en la actualidad” y en Madrid se ha entrevistado a Miriam Chorne sobre la revista “Cuadernos de Psicoanálisis”. Precisamente , de esta Revista del ICF, resaltamos el artículo de Clotilde Leguil “Atravesamiento de las identidades, una experiencia lacaniana”, que se publicó en Cuadernos de Psicoanálisis nº 40, y que hemos elegido por su interés para los temas que abordamos este año en el campo freudiano.

El Equipo de Redacción