Hay un movimiento que conduce de la ausencia de significación a la significación, y que Freud conceptualiza a partir del sinsentido aparente del contenido manifiesto, permitiendo, con la ayuda de su método, poner de relieve la significación del contenido latente, y luego, el movimiento que señala que la insatisfacción esconde una satisfacción desconocida para el sujeto.

Jacques-Alain Miller, Biología lacaniana y acontecimiento del cuerpo, Colección Diva, Buenos Aires, 2002, p. 40.

Selección: Susana Vendrell

Comentario:

Voy a comentar un fragmento extraído del tercer capítulo del libro Biología Lacaniana y Acontecimiento del Cuerpo (Colección Diva) de Jacques-Allain Miller.

Es un libro muy interesante y este capítulo, titulado Acontecimiento del Cuerpo y Advenimiento de la Significación, plantea, entre otras, una cuestión muy importante: por un lado la relación entre el cuerpo como asiento del goce y de la satisfacción pulsional y, por otro, el síntoma como un advenimiento de significación, y por lo tanto, susceptible de interpretación.

Ya en Freud el síntoma es goce, es la satisfacción sustitutiva de la pulsión y es inevitable pensarlo como un acontecimiento del cuerpo. Si bien posteriormente surgirá otra definición de síntoma que ocupará muchos años del desarrollo lacaniano donde lo simbólico comanda y el síntoma es advenimiento de significación.

¿Qué relación hay entre el síntoma como goce y el síntoma en la dimensión interpretativa, simbólica?

Hay una dialéctica entre significación y satisfacción. Por ejemplo, desde un aspecto podemos ver que hay acontecimientos que parecen desprovistos de significación y que a través de la interpretación se revelan dotados de significación, y también hay acontecimientos que se experimentan como displacer y que, sin embargo, producen satisfacción.

J-A. Miller se remite a Freud y a Lacan para hacer un comentario sobre la relación entre ambos que podremos tomar para pensar la entrada en análisis.

El fragmento, que está en la página 40 del texto, dice: “Hay un movimiento que conduce de la ausencia de significación a la significación , y que Freud conceptualiza a partir del sin sentido aparente del contenido manifiesto, permitiendo, con la ayuda de su método, poner de relieve la significación del contenido latente, y luego, el movimiento que señala que la insatisfacción esconde una satisfacción desconocida para el sujeto. Es una doble dialéctica interna en términos de significación y satisfacción.”

Freud pone en juego, desde el comienzo y en distintos momentos, tanto el aspecto pulsional central como el aspecto semántico que estará presente en muchísimos de sus textos. ¿Cómo se articulan?

Lacan, a lo largo de su lectura de Freud y su experiencia clínica, juega también con este movimiento entre lo pulsional y lo simbólico y dice que en el algún momento se ha visto “obligado” a llevar la satisfacción al campo del lenguaje.

 

En la época más estructuralista se pensaba la entrada en análisis por la vía de la división subjetiva, la posición del sujeto era conmovida por alguna palabra o algún acto, provenientes de las sesiones y de la transferencia, que se experimentaba como una interrogación subjetiva que ponía el inconsciente en marcha y producía la formación del síntoma analítico, que era una interrogación subjetiva. Entonces se consideraba al síntoma como una metáfora que podía levantar el significante reprimido y revelar una verdad desconocida para el sujeto. Lo esencial de la operación analítica era el reconocimiento, una primera forma que podía hacer retornar la satisfacción a través del reconocimiento. ¿Esto ya no es vigente?

En la lógica de la enseñanza de Lacan hay una tensión entre estas dos posiciones. Él quiere llevar la satisfacción a la significación, y en ese movimiento construye el fantasma y la lógica del pase.

De todas maneras, aquí seguimos encontrando el dualismo entre significación sintomática y satisfacción en el fantasma.

En un segundo movimiento quiere llevar la significación a la satisfacción. Esto lo conduce a pasar del concepto de lenguaje a lalengua donde vemos al significante trabajando para la satisfacción.

En la última enseñanza de Lacan, cuando intenta superar el dualismo entre significación y satisfacción, constituye primero los cuatro discursos y luego hará una elaboración continua de categorías monistas como el concepto de sinthome y el de letra.

Por otro lado, la caída de la conceptuación dualista dio lugar a la tentativa borromea, que va más allá del dualismo inicial y donde se podría dar cuenta de la entrada en análisis en relación a una distribución de los goces.

Tenemos en cuenta entonces esta distribución de los goces en el nudo y la transferencia, cuyo uso es fundamental.

¿Es esta la manera de pensar, en la última etapa, la entrada en análisis?