Es muy difícil cuando el paciente postulante sólo abandona sus emblemas a regañadientes y debemos conservar por bastante tiempo el respeto que los emblemas acarrean, Es mucho mejor cuando el sujeto ya no sabe exactamente quién es y, sobre todo, ha renunciado a sus privilegios y a interponer, entre él y la verdad, el respeto, el muro del respeto. (Miller, J. A., (2002-2003) Un esfuerzo de poesía. Paidós, Buenos Aires, 2016, p. 64.)
Selección: Jesús Sebastián
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